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Diario de rodaje -Spike Lee en Argentina

Una vieja crónica publicada, en otra versión, en la revista Haciendo Cine. Data de aquella época en que solía pasar varias horas en un set de filmación.

En la productora preguntan si lo vimos, si lo escuchamos, si tuvimos la suerte de. Algunos responden con cierta naturalidad, pero es obvio que casi todos estamos acá por él: veo, en todos lo rubros, jefes o directores, devenidos asistentes; primeros asistentes devenidos en runners.
No hay guión; sólo un boceto en video y pienso qué desperdicio tenerlo a él para dirigir esto (un simple travelling sobre carteles urbanos que forman la bajada del comercial). En fin, varias locaciones en sólo 3 jornadas, cámara car, pocos actores pero un día 200 extras.
2 AM en la productora, nervios y cansancio antes de filmar; la presión de que todo todo tiene que salir bien y horas después, esquina de tradicional cine porteño, mi equipo y yo llegamos más temprano que la citación hipertemprana (llamados en cadena a las 4.30 am para no quedarnos dormidos). Se arma cámara car (va en todos los planos, ese auto con la cámara montada), sobra el tiempo de set up –o, en idioma local, el armado de decorado, puesta de cámara y luz. Difundimos el primer pedido del director: No se puede hablar por celulares ni fumar a la vista de Spike. Objeciones: "pero si es todo exterior"; sólo puedo decir (y sufrir porque también fumo), "lo pidió el señor Lee".
"Atentos todos que llega". Muerte súbita de cigarrillos contra el asfalto, silencio nunca oído antes de filmar. De un Mercedes emerge él y junto a él El Grandote, dos metros cuadrados de humanidad, "su" 1° Asistente de Dirección yanqui (y por qué no bodyguard encubierto). Su rol: "malo de la película": inmóvil en su silla, repite lo que dice Spike para que nosotros ejecutemos en consecuencia.
Spike –cup de NYU y deportivos colores brasileros- es parco aún cuando habla con los de BMW. "That seems stupid to me", dice de mala gana al ver la ridícula posición de un cinturón de seguridad que impone el cliente en el plano en que un niño mira, cliché de comercial, a través de la ventanilla con dulces ojos esperanzados. Cambia el plano a un primerísimo primer plano. Problema resuelto.
Segunda locación y casi ni se acerca a la cámara; durante el scouting técnico (momento previo a la filmación, donde se decide el lugar exacto de cada puesta) sólo habló de su próxima película con su DF cómplice Matthew Libatique (resonsable de la luz de Réquiem por un sueño); su actitud relajada (¿apenas desinteresada?) no me sorprende. De todas formas, sobre nosotros, la sombra de un detallista director obsesivo observador:"Esa silla de allá es nuestra, ¿no? Se la olvidan."
Avanzadas de locación sin demoras; problema en la batería de la cámara se soluciona con rapidez. Y la velocidad de Spike. La seguridad, la precisión de Spike. Dos tomas y "check the gate", "the gate is good"; y a lo que sigue.
Día 2, 200 extras, Plaza de Mayo cortada en nuestro honor, los fans se agrupan en la Catedral de la célebre Plaza de mayo –el staff argentino no olvida ni deja de comentar los sucesos históricos que acontecieron aquí, los yanquis dicen Evita, nosotros pensamos en Madonna y su película, y en cierta forma les correspondemos. Cada vez más fans y periodistas rodean el límite de las cintas rojas y blancas que delimitan el set.
8 AM. Para nosotros, estrés: los baños no están habilitados: la gente se queja y tiene razón; corremos y maldecimos y por favor que todo se arregle antes de que llegue. Y cuando llega, el alivio de los extras ya cambiados junto del set. Spike se acerca a ver posiciones y nos manda a corregir algunas: arengamos a la gente -que sigue de malhumor y debe actuar una "manifestación pacifista"- pero él quiere verlos aún "más arriba".
Día 3, día sencillo de un rodaje sin sobresaltos. Lluvia helada, dudas, filmamos igual-la producción sigue adicta al weather channel. Chequeo si ya puedo liberar a los extras; Spike pide que invite a las chicas orientales y afroamericanas a la fiesta de fin de rodaje. Último decorado del día: Puente Constitución, él quiere ir al partido de Boca, pregunta si estamos lejos. Cambio de carteles a 6 metros de altura: equipo de arte trabaja sin pausa, el viento no juega a favor. Spike se sienta a observarlos. El utilero pide que nos alejemos, "puede ser peligroso". Tensión, la fragilidad de los carteles como ropa en un cordel. Spike muñeco de cera es el único que queda en esa posición hasta que. Travelling de seguimiento a Spike ¿o cámara baja, plano contraplano como en Do the right thing? (lo inútil de buscar desde el primer día referencias a sus películas en este simple comercial). Carrera hasta escalera sostén de utilero, desde abajo Spike Lee grita feroz: "Esto se hace así, tu sistema es lento"; algún productor ordena:"traigan el (camión) sarcófago, hay que colgar el cartel desde los dos extremos en simultáneo". El utilero se ofende: "Qué se cree, ¿qué somos indios?" El productor argentino contiene a Spike. El Patovica, primer asistente, insiste en el maltrato. Todos los ayudantes de arte y utilería, los de producción y hasta el gordito chofer del camión son un equipo de fútbol dispuesto a cubrir al capitán bajo las órdenes del productor argentino -posición difícil- que calma los ánimos y los convence de que el director –y sobre todo éste director-tiene razón. "¿Cuántas veces en tu vida, en tu vida de utilero, de asistente de dirección, de ayudante de dirección, de productor ejecutivo, vas a poder trabajar con un director tan groso?" dice por lo bajo y no llega a convencer a todos pero, por lo menos, el cartel ya está bien puesto en su lugar.
Aplausos tibios, otro fin de jornada. Spike y su bodyguard hacia la Bombonera. Ahora también para nosotros, mejor pensar en su próximo largometraje, en el compromiso con su obra; imaginar cómo sería trabajar ahí con él, si es que acaso nos gustaría.

FOTOS: Fernando García

5 comentarios:

Anónimo dijo...

negro de mierda.
ese es un negro resentido, lo ves en el reportaje de James Lipton y es imbancable con esa actitud de orgullo negro y toda esa mierda resentida. A esos tipos no se los bancan en USA ni los propios negros.

Anónimo dijo...

sera todo lo que vos decis, asi sin ningun argumento, pero tambien sera muchas otras cosas, con argumentos

Anónimo dijo...

Muy bueno, Sonia, los alemanes deben estar más contentos con el hiperprofesionalismo de Spike que yo con un par de sus películas

Anónimo dijo...

le agradezco a sonia el buen relato sobre spike y a vanoli èl haberme recomendado el sitio, ayudàndome a salir de mi adicciòn a la pornografìa de martes al mediodìa zappineada con ajedrez en yahoo. ah, y ta güena la page,

linne

Sonia Budassi dijo...

Bienvenido Joaquín Linne al mundo Tamarisco. Un honor contar con las visitas de tan polémico joven escritor.