miércoles


VIERNES 2 DE NOVIEMBRE 20HS
LA RATONERA
(CORRIENTES 5552 -y Gurruchaga)
Buenos Aires

Editorial Tamarisco presenta

LA MARCA DEL MILAGRO, DAMIÁN TERRASA (novela)

+nueva colección

Los Simples de Tamarisco
(bellos cuentos en edición limitada)


EL DíA QUE PERLA VOLÓ. CELIA DOSIO
EL PELO DE LA VIRGEN. FEDERICO FALCO
OXIDADO. LEO OYOLA
Habrá cachivaches, música, vino y fiesta tamarisca.
¡Se ruega venir y difundir!

(Bajo el tamarisco se planta la resistencia playera)



"Les conté alguna vez que en mi pueblo el tamarisco es plaga? Lo rocian con hervicidas desde aviones hidrantes...

Brindo porque no haya hervicida efectivo, brindo por la plaga total!!!!

Abrazo, F"

HOY ¡La marca del milagro en vivo!

Leonardo Longhi

Damián Terrasa
adelanta
La Marca del Milagro

Alejandro Parisi

Marina Mariasch

Federico Levín

se calzan los guantes para bajarte la mandíbula a gomazos
y por si fuera poco
canta otra vez acompañado de nuestro guitarrista

Facundo Vaughan Palazzolo

ex - estrella de la vernácula más merquera

Matías el sonidista Mudo
un hombre de pocas palabras

miércoles 31 de octubre
22 hs puntual
porque son varios cuentos

El Conventillo de Teodoro
Jotade Perón 3615
esquina Mario Bravo

traé a tu chicx
por ahí se ganan libros o discos

martes

movidito movidito

dicen que...
Se está armando rosca, cachengue cordobés, perros voladores, Dosio, mar de ajó y barcelona, ratonera, Oyola cachivache gallegoTerrasa (agendate el viernes para tamarisco vino cerveza música lectura y más)

De Leo Oyola para Tamarisco
"Ya arregle con el y con el rusi para que hagan sunumerito de dos cachivaches.tres temas alternan bandoneon y guitarra una vez en cada tema uno toca cada instrumento (...)yo creo que ustedes tambien lo tienen que disfrutar,que no tienen que correr tanto si las va esta propuesta vamos adelante si quieren ver el texto que planeo leer se los mando antes ustedes deciden relajense la vamos a pasar muy bien el lunes les mando flyer igual empecemos a rosquear en nuestros respectivos blogs abrazo buen fin de semana"

De Federico Falco para Tamarisco:
"Yeap, yeap, yea, viernes 2, allí estaré, confirmo super confirmo.
¿llevo algo? total ya tengo que cargar salamines en el bolso, para el asado.
abrazo
F".

De Celia Dosio para Tamarisco:

"Claro que se entendió, Sonia. Vamos a ver qué se puede inventar. En todo caso confirmo que allí estaremos (aunque el deíctico esté sin referente todavía). Estoy ansiosa por ver cómo quedaron los simples. Besos, C."







lunes

SE VIENE

VIERNES 2 DE NOVIEMBRE
PRESENTACIÓN OFICIAL
NOVELA Y SIMPLES
20HS
LA RATONERA (CORRIENTES 5552)
LA MARCA DEL MILAGRO, DAMIÁN TERRASA
+
EL DíA QUE PERLA VOLÓ, CELIA DOSIO
EL PELO DE LA VIRGEN, FEDERICO FALCO
OXIDADO, LEO OYOLA
AMPLIAREMOS...

miércoles

milagro around de world

("La vitícola-Córdoba-Bahía Blanca-Buenos Aires-Madrid")

Si acaso hoy visitas Madrid, ve a escuchar esta interesante lectura del autor de La marca del milagro.


este viernes 26 de octubre a las 21.00 horas llegan

LOS MAREADOS Narradores Argentinos en Madrid
Guilermo Roz
LoydsMarcelo
Luján Rodrigo
Garlarza
Carlos Salem

Invitado EspecialDamián Terrasa

BUKOWSKI CLUBSan Vicente Ferrer, 25 Metro TribunalMadrid

Exterior/Interior- La cosa es así




Ésta es la tapa de una novela Tamarisco recién salida de imprenta.

La marca del milagro es el título, Damián Terrasa el autor.






La foto ilustra, en cambio, el interior de un libro artesanal de nuestra nueva colección; los Simples de Tamarisco, con la participación estelar de
Celia Dosio
,
Federico Falco y
Leo Oyola
.

En breve; más información que incluye presentaciones, vinos, ventas, autores firmando ejemplares y la alegría de siempre adjunta a un bello plan editorial.

lunes

Mañana

Otra noche del Grupo Alejandría!
El martes 23 de Octubre estaremos, como siempre, en el mismo horario (20:30 horas), en el mismo lugar (Bartolomé Mitre 1525). La entrada, por este martes (y por siempre) es libre y gratuita!! Sortearemos libros, revistas, y, sobre todo... van a leer cuentos Edgardo Scott, Violeta Gorodischer, Gastón Mazieres y Patricia Suárez (a quien entrevistaremos, y usted, sr, sra, podrá preguntarle lo que quiera)
Los esperamos
Grupo Alejandría

Voyeur



Conocí a Sabrina el año pasado, en una fiesta de la agrupación donde ella militaba. Un buen día dijo me quebré, dejó la facultad y se fue a trabajar a Estados Unidos. En su último mail desde Aspen contaba que la pasaron de alcanzar los esquís en la base de una de las pistas a ayudar a las encargadas de la guardería. Que también consiguió un turno como cajera suplente en un supermercado, donde se hizo amiga de dos uruguayas con las que piensa viajar a San Francisco. Antes de que se fuera pactamos que suspendíamos lo nuestro hasta su regreso, y en la noche de despedida me dejó su cámara de fotos digital porque según ella en Estados Unidos iba a comprarse una mejor. También me dejó su trabajo, que consiste en mostrar departamentos en torres por lo general recién estrenadas. Yo venía de hacer de mystery shopper para una cadena de comidas rápidas. Me daban viáticos para que pidiera un combo doble en diferentes locales y anotara todos los detalles sobre la atención al cliente y la presentación del producto. Ahora conseguí unos binoculares y me dedico a hacer voyeurismo desde los departamentos a los que me mandan. Una vez vi a un hombre gordo que escupía comida sobre su camiseta blanca y seguía duro frente al televisor, sin limpiarse. A una mujer que tomaba un sorbo de cada uno de los vasos de gaseosa que iba a darles a los amigos de su hijo. A una chica que se masturbaba con un tubo de desodorante, disfrazada con la ropa de fútbol de su hermano menor.

La semana pasada le sacaba fotos a una profesora de piano del edificio de enfrente cuando el muchacho de seguridad de planta baja, Esteban, vino a decirme que un vecino se había quejado de que lo estaban espiando y amenazó con llamar a la policía. Prometí no hacerlo más y a cambio de su silencio me pidió que en mi último día de mi guardia, que era el domingo siguiente, le sacara fotos a él porque iba a empezar trabajar de taxi boy y la cámara de su celular no servía para nada. Acepté y ese domingo, apenas pasadas las siete, Esteban entró al departamento con un bolso de cuero. Antes de empezar me pidió un vaso de agua y me ofreció un cigarrillo para que nos relajásemos un poco. Después fue a cambiarse al baño. Al salir llevaba puesto un slip verde de acetato con una bandera de Brasil bordada en la parte delantera. Se había pasado aceite por el cuerpo recién depilado. Preparé la cámara y le pregunté si era la primera vez que le sacaban fotos. Sí, la primera, me dijo. Son para una página web. Me quedé quieto hasta que él empezó a posar, y le saqué varias fotos en los sillones y después otra serie en el balcón. Se me ocurrió que alguien podía estar espiándonos. Después Esteban se puso en cuatro patas sobre la alfombra y me pidió que le sacara algunas fotos más. Al final se fue a vestir y lo esperé en los sillones del living. Antes de irnos teníamos que elegir qué fotos iba a mandarle por internet. Esteban las revisó mientras me contaba que su mujer estaba embarazada y era probable que tuvieran mellizos. Las fotos no terminaban de gustarle, decía que tenían poca luz. Le propuse darle mi teléfono para que las sacáramos en otro momento pero él buscó su arma en el bolso, la apoyó sobre la mesa baja donde estaba el cenicero y me dijo que mejor le dejase la cámara y después él me llamaba para devolvérmela. Escribí un número falso. Él saco una sevillana con mango de plástico del bolsillo de su jean y dijo que me la dejaba de garantía. Dijo: hay que estar protegido. Guardé la sevillana, apagamos todas las luces, bajamos y salimos juntos del edificio, en silencio. Esteban se quedó en la puerta y esperó a que yo me alejara. Cuando estuve en la vereda de enfrente, levantó la mano para saludarme.

(microrrelato publicado este domingo, en el suplemento de Cultura de Perfil)

viernes

"la rutina hecha añicos"

"Latinale vuelve a presentar a jóvenes poetas que cautivan al público en festivales latinoamericanos, pero que en Europa son aún desconocidos. Además de por Berlín, la gira poética pasará por Potsdam, Leipzig, Colonia y Hamburgo. Allí, presentados de forma inesperada o tradicional, los versos hablarán de la periferia del Río de la Plata, de las alturas vaporosas de los Andes o de las metrópolis vibrantes del Brasil"

De Argentina viajan Damián Ríos y Washington Cucurto (sus poemas disponibles, ahora también, en alemán) a las frías tierras germánicas.

Un Dïa del programa:

El paso de Hölderlin por Los Andes
Lectura: Miguel Ildefonso (Peru), Andrea Cote Botero (Kolumbien) und Damián Ríos (Argentinien)
Performances: Héctor Hernández Montecinos (Chile) und Lalo Barrubia (Uruguay).
Moderación: Rike Bolte und Timo Berger

Hölderlin avanza a trompicones por Los Andes en la búsqueda de nuevas mitologías... ¿Por qué no llamar también a María, en los vestigios de las huellas que ha dejado la violencia en Colombia, y así permitir que el texto se vuelvo cuerpo y el cuerpo texto? La poesía más reciente de Ecuador, Colombia, Brasil, Chile o Argentina da cuenta de lo olvidado y lo visualiza, pone su mirada en lo grotesco, en las contraimágenes, valiéndose incluso de recursos formales que entroncan con la tradición medieval. En la búsqueda de los intersticios, de lo híbrido, de la topografía latinoamericana, del orden genérico, de las literaturas generacionales se llega a expresiones queer, a manifestaciones clásicas, a la rutina hecha añicos, a versos que suenan, en los que rabia el limo neobarroco.
Las traducciones simultáneas estarán a cargo de los poetas Adrian Kasnitz y Achim Wagner.


Todo el programa Latinale acá

jueves

¡Ola de reseñas!

Pedro Ferdkin reseña Ravonne en No retornable

(...) "La novela gira en torno a lo que la gente quiere o necesita ver y así ella misma se convierte en telenovela. En un trabajo aceitado sobre el personaje Luis, Julián Urman lo hace ser parte de varios mundos -el imaginario (guionado) y el de los acontecimientos (novelado)- que confluyen en el ámbito televisivo: los animalitos imaginarios, pesadillescos, de su infancia son las mascotas del programa de Candelaria y es él el único al tanto de cómo podría ir desarrollándose la trama –de acuerdo a las necesidades del guión.


El tratamiento de la temática en el nivel de su composición formal es notoriamente mesurado y su prosa es efectiva, repetitiva y simplista (esto lo digo en el buen sentido: hay dislates absurdos al límite de toda experimentación que son un bodrio); esta novela se cierra en un esquema donde las cisuras de tiempo y espacio son o bien recuadros sincrónicos, de espacio –mientras tanto…- o diacrónicos, de tiempo –al día siguiente...- (y punto, son casi cortes fílmicos o de cuadros de historieta: al final de la frase Mientras tanto hay que agregar nomás “en el Palacio de la Justicia…” para dar una idea del cambio de toma, violento y simple) y una lectura desapasionada pero persecutoria es la que mejor le viene al texto, round a round. Son los territorios menos logrados los que se apartan de esta línea (interioridades desdibujadas y ciertos resabios clownescos que bien sonarían mejor a pedo que como cornetas -honk). Uno termina de rodillas pidiendo que no se lo sorprenda, que la trama no desbarranque, y eso no es poco decir para una literatura (la contemporánea) que muchos pregonan que ya debería estar de vuelta de todo". (...)

La reseña completa, aquí

martes

Eterno retorno

Ya está on line nuestra perspectiva acerca de los placeres mundanos, los viajes en colectivo y el mercado editorial.

Esta vez sí - Las patas en la fuente


No, nada que ver con El General. En un ejercicio de narcisismo espectacularizante y onanista, este miércoles a las 21 hago el jam de escritura en la Sede, Uriarte 1657, un coqueto bar palermitano. Si me da el tiempo, llevo encuestas para democratizar de una buena vez el acto de escritura. Y a las masas furibundas les prometo no escribir sobre el peronismo. Porque ir a un jam de escritura es lo menos peronista que hay.

viernes

Las buenas novelas; las buenas críticas

Críticos y lectores se unen a la pasión Ravonne.




Fernanda Nicolini y una crítica tan sagaz como laudatoria a la primer novela Tamarisca; publicada en la revista Llegás




LA VIDA POR LA TELE
“El asunto es así: la vida y la televisión van juntas. Una afecta a la otra. El asunto es cuál a cuál. La vida en este caso es el ensayo. Para filmar la ficción hay que producir la realidad”. El que habla es Luis, representante artístico de Candelaria García Fuentes, estrella de telenovela trastornada por el odio a su ex marido, Roberto Ravonne, galán en decadencia, alcohólico, acusado de abuso de menores, obsesionado con un retrasado mental y ahora dueño de una rotisería. Los tres, junto a un puñado de “actores de reparto”, son los protagonistas de Ravonne, primera novela de Julián Urman, nacido en 1978 y editor de la revista Pisar el Césped. Personajes de ficción que necesitan constituirse en personajes de (tele) ficción, sus acciones valen en tanto sean televisables, televisadas, encanten o entretengan a un público real o imaginario.

Así lo creen ellos. Pero no se trata de La Televisión cual entidad con vida propia capaz de deglutir, como se la suele referir. Sino que son los mismos personajes los que adoptan sus parámetros como rectores de la propia realidad. Cada movimiento debe resistir una cámara, aunque no la haya, y sus mentes parecen responder a un guión imaginario. “Camino a su casa Roberto Ravonne no piensa. Se deja llevar. Los árboles le parecen maniquíes y la iluminación perfecta. El micrófono, oculto, capta todos los pensamientos, o mejor dicho se los dicta”. De ahí que el disparador sea un plan descabellado ideado por Luis para generar una historia que pueda relanzar a la diva a la pantalla (porque, dijimos, “la vida y la televisión van juntas”): una serie de secuestros ficticios en los que Candelaria sea la víctima y Ravonne el cruel victimario. Todo lo que suceda, según el plan, será el material del próximo éxito televisivo. “Roberto, debo decirlo, nuestro pasado está por ser telenovela”, amenaza Candelaria. Y Roberto, el gran perdedor, no tendrá más alternativa que dejarse llevar por un guión no escrito que se empecina en convertirlo en el blanco de la peor condena para un galán: el desprecio de su público, además de otras calamidades (accidentes, golpes, borracheras). La historia es divertida y lo necesariamente absurda como para esquivar cualquier riesgo de lugar común. Urman es hábil para cambiar de puntos de vista, intercalar al narrador con las voces de los personajes, mantener el ritmo vertiginoso y saltar de escena a escena. Es hábil, vale decir, para ponchar cámaras. Y es inevitable reconocer lo que la incontinencia de Aira marcó y sigue marcando en los escritores jóvenes –hay mucho del delirante realismo aireano en las páginas de Ravonne-, por lo que también es posible emparentar a Ravonne con La Maldición de Jacinta Pichimahuida, última novela de Lucía Puenzo. No sólo porque a nivel temático en ambos textos los parámetros de la ficción y de la realidad se ven trastocados por las leyes televisivas, sino porque comparten el tono estridente, las construcciones ingeniosas, los pasajes acertadamente detallistas y el ritmo afiebrado. En Ravonne nadie puede parar: ni los personajes, ni el lector. Como en la tele.


FERNANDA NICOLINI

jueves

otra gran lectura

Mercedes Halfon/ Clara Muschietti
presentan
ES A PROPOSITO


Sebastián Morfes
Miguel Petrecca
Susana Villalba
Daniela Pasik

Una que canta bien: Florencia Ruiz

miércoles

Hoy Miércoles - El gran debut

Invitación especial

Los Mudos
la narrativa que nosescucha
***http://www.losmudos.wordpress.com/***

Ariel Shalom
(nace una estrella)
Agustín Valle
Alejandra Zina
leen narrativa

Facundo Palazzolo y Matías
hacen la música

-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/Funes conduce el ciclo / sortea libros y cerveza /
vende libros de la Editorial Funesiana-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/
Miércoles 10 de octubre
El Conventillo de Teodoro
Jotade Perón 361522 horas - Gratis

domingo

Cuento Breve de Urman publicado en Perfil

“Una nueva forma de muerte”
por Julian Urman.

La primera dama observa la incandescencia de la luz artificial que produce una bombilla eléctrica en el techo de una de las tantas salas de estar que componen el interior de la Casa Blanca. La instalación eléctrica es reciente. La eléctricidad también, y ya los periódicos publican infinidad de noticias que detallan la creación de una nueva forma de muerte, hasta ahora en etapa experimental, solo probada en animales, pero que pronto será aplicada a criminales.
La primera dama comenta para si que ya es de noche. Pronto el presidente mandará a buscarla para inicar los preparativos del buen dormir. Como siempre, querrá ser abrazado, apagará las lámparas de aceite que alumbran la habitación principal antes de correr las sábanas para acostarse a mi lado, piensa la primera dama y sabe que ella estará ahí para calmar las ansiedades del primer mandatario, como siempre. No hay que temer las luces nuevas del futuro, y sin embargo, la frágil mano que supo ser suave como la piel de una manzana y que hoy, llena de arrugas, permanece firme, no obedece al comando que le indica acercarse al interruptor desde el cual las nuevas luces del futuro pueden (y por la noche deben) ser apagadas.
Ya tienen al primer hombre que morirá la muerte nueva. Un asesino, ojo por ojo dice la biblia, pero nada especifica de la muerte eléctrica. La primera dama, como toda madre, sabe lo que es el dolor, incluso conoce la figura de la muerte: nada de esto la ayuda a la hora de imaginar cómo se sienten las luces del futuro al recorrer el cuerpo de un condenado. Su mano de manzana retrocede y vuelve junto al cuerpo, a la conocida textura de la pollera que la primera dama esa noche viste.
La muerte por asfixia ha estado entre nosotros por generaciones, piensa la primera dama, y supera en humanidad a las otras horribles muertes imaginadas por los estados del mundo. A medida que vuelve a iniciar el recorrido hacia el interruptor imagina los pasos del condenado, últimos pasos que lo acercan a la silla de la que no se levantará jamás. Perdida en esta línea de pensamientos no percibe que uno de los criados atraviesa la puerta de la sala. Fiel al protocolo, el criado tose antes de hablar: el señor presidente espera a la señora presidente en sus aposentos. Muy bien, muchas gracias, dice la priemra dama. Puede irse, pero antes, hágame el favor de apagar esta luz. El criado observa a la primera dama. Dije que apague la luz, es este interruptor de aquí, solo hay que moverlo hacia abajo.
El criado no se acerca. Solo contesta en voz muy baja que él no entiende de esas cosas, que solo es un criado y que la señora está parada junto al interruptor, él no quisiera incomodarla en nada y ejecutar siempre sus pedidos, pero la señora está parada junto al interruptor y si quiere apagar la luz que la apague ella. La primera dama se pregunta si Dios aceptaría un alma electrificada. Luego posa su atención sobre el criado: en su rostro domesticado hay miedo. La primera dama ofrece entonces algo que no suele ofrecer: una opción: el criado puede elegir: o apaga la luz o la silla eléctrica.
El criado considera sus opciones. Al fin da un tímido paso que lo acerca a la primera dama y al interruptor. Luego se detiene. Contempla el amable rostro de la primera dama. Otro paso. Calcula que podría escapar. Otro paso. Se iría con su familia y con lo mínimo indispensable: ropa y algo de comida. Otro paso y ya están uno junto al otro, el criado y la primera dama. La mano negra del hombre se eleva hacia el interruptor, la luz es un zumbido apenas audible. La primera dama sonríe y, justo antes de quedar a oscuras, agradece la fortuna de vivir en un futuro iluminado.

viernes

(Demasiado Sensibles para acostumbrarse al éxito) Ravonne, ¿es un hit?


VIA MAIL:

"Hoy a la mañana subo al subte y un desconocido de traje, sentado enfrente mío, leía Ravonne. Tuve que contenerme para no abrazarlo.
besos tamariscos"

martes

Reiteramos: ¡Ravonne recibe buenas críticas!

Funes anuncia su proxima lectura, los Simples están ahí por salir, siempre estamos en casi cero, los textos sí que están buenísimos, esperamos a que la diseñadora diseñe el libro de Incardona y el de Bruzzone, que la imprenta imprima relucientes ejemplares de La marca del milagro de Damián Terrasa (¿soy escritora quiero escribir, somos editores queremos editar -y hacer la revolución no?), tratar de remar el indesign nosotros para los simples pero cuesta y nada (¿hasta las manos sería una expresión adecuada?), mando un mail que pudiera interpretarse mala onda a mi compañeros editores, estoy cansada, dificultad organizativa para personas ocupadas que pagan el alquiler como pagamos todos, la empresa en que trabajo es por sobre todo hostil pero no hay que hablar de empresas, aca la empresa es colectiva y editorial y, ya lo dijimos "no somos una empresa, ni jurídica ni impositivamente"; no llego a leer lo nuevo de contrarreforma, "la revista", apenas una ojeada pero leo libros interesantes apurados y tambien porquerias -que si son porquerías lo digo, qué tanto- espero la salida del nuevo interpretador (de verdad?) y unos días soleados de vacaciones más que nada en el mundo y si pudiera, pues claro, ver a mi familia a 700 quilometros, los tamariscos son hermosos en mi sur, de prensa de sudamericana me llega un mail en donde dice “felix bruzzone lee en celo”, a la mierda pienso, cómo suena de raro, lo mando a Vanoli a dejar Ravonne a una revista pero nadie lo atiende, maldición, culpa, mañana iré yo pero con eso no sustituyo su tiempo gratuito a tamarisco pero todo tiempo tamarisco es gratuito, y entonces pero cómo, cómo, cómo no voy a regocijarme con párrafos como estos, en donde hay flores y flores y crítica para la novela que acabamos de publicar. Me prometo dejarles un coment a esos críticos lumpen, ejercer mi crítica lumpen desde luego, pero la vida del escribiente proletario es por momentos urgente, muy urgente; te das vuelta y te están queriendo echar, a vos o a otro compañero o bueno, casi lo mismo, y a la pregunta de si voy a poder escribir una novela con todo esto me digo que no: tratar de seguir con la novela que estoy escribiendo y ya. Como dijo Lerner: buena o mala pero mía.
O sea que reitero ¿reitero? sí, siempre: compren tamarisco. O por lo menos, vean lo buena que les parecio Ravonne a estos muchachos; iracundos o como quieran llamarles, claro, me sigo prometiendo un mail, un post o un coment para ahondar en eso que hacen estos fulanos. (sigo sosteniendo: hay que ponerse a hacer crítica vía blog "al interior" de lo que estamos produciendo. El resto queda para las contratapas, para los grandes medios- que está bien- pero nosotros escribamos y, de ser posible -deseable es- pensemos un poquito o mucho más allá. Y salgamonos, de vez en cuando, un toque aunque sea, de las lecturas merchandising, si? si se puede, claro. Igual todo bien: no te la creas por leer un libro y tener un blog, eh, no es taaaan sencillo. De onda.)

"Lo que logra Urman es, como dije un poco sin rigor teórico, ese efecto de partido por radio; en donde uno intuye que están pasando cosas pero no llega a aprehenderlas del todo. Hay un clima, sí, muy logrado en la virtud de que todo está todo el tiempo muy sugerido. Hay determinados elementos que se saben que están por ahi, flotando, operando como frontera de sentido para las actitudes, los pensamientos, las acciones de los personajes; pero que en ningún momento se hacen explícitos. Incluso en el final, cuando ya se siente que se van bajando los cambios y que todo recula y que ya se termina y que es una lástima, cuando uno esperaría que, bueno, que Urman ya me diga de una vez todas las cosas que yo ya sé, logra con bastante elegancia cinturear esa obligación casi ética con el lector. Y lo termina diciendo, pero no lo dice: lo sugiere."