Este epílogo quedó afuera de un cuento que escribí que se llama "Ellas" y que saldrá publicado más adelante en una antología:
Atado al respaldo de la cama del hotel Sidney, Roberto pide más. "Más fuerte, dale, más", le dice a su amante y cierra los ojos cuando ella, montada sobre él, le da cachetazos que lo estremecen. Después la mujer se acomoda y empieza a moverse despacio mientras pregunta "qué más querés". Roberto dice "lo de siempre" y entonces ella lo insulta, primero en voz baja, y luego subiendo el tono hasta casi gritar. "Puto de mierda, sorete, maricón", dice entre escupidas y gemidos de placer. Roberto suspira y mueve apenas los labios: "decime conchita". Pero la mujer no puede escucharlo porque ahora se mueve más rápido, se toca las tetas, sube y baja sobre él. "Decime conchita, por favor" grita entonces Roberto con un temblor en el cuerpo y ella, con voz entrecortada, dice lo que él quiere escuchar justo antes de llegar al orgasmo.
Al fin Roberto pide ser desatado. "¿Trajiste el consolador?", pregunta mientras se frota las muñecas lastimadas. La amante asiente y él se pone boca abajo. Con los ojos cerrados, se deja penetrar y piensa en lo que encontrará al llegar a su casa: los cuatro cuerpos tirados, la sangre seca manchando el suelo, la escalera. Siente los dedos de su amante acompañando el consolador, el plástico siliconado contra su piel. Piensa en los cajones abiertos y en la ropa desparramada como si alguien hubiera entrado a robar. La coartada perfecta. "¿Te gusta, conchita de mierda? ¿Te gusta así?", pregunta entre susurros la mujer. Roberto siente ahora el desgarro, la presión. "Sí", dice. "Me encanta, no parés", dice, y caen por sus mejillas lágrimas tibias de felicidad.
8 comentarios:
Muy bueno, Viole. incluso también podría ser el final de Ravonne...
Decís? Preguntémosle a Urman, si quiere se lo cedo.
remitiré este post a mis abogados
Excelente, Viole! No te tenía tan degenerada.
jaja, marian, hace rato no te veíamos por acá.
dale, qué te hacés...
nos vemos en la presentación de Ravonne, eh!
La publicacion de este tipo de textos, no solo escabrosos sino que, aún más, rayanos en la pornografía más sucia, hacen que dude de mis futuras colaboraciones en este blog.
Sinceramente, Viole, como dice la asesina esa de gatos, no te tenia tan procaz. Luego de años de amistad, tu gesto me defrauda.
Voy a hablarlo con mi confesor.
Que Dios te bendiga.
qué fuerte!
y qué sexy!
So, en nombre de esos años: no me hagas reir.
Y vos linne, dejá de hacerte el pillo.
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