Finalmente todo sucedió. Después de días de corridas, entre niños, entre viajes y trabajos (y viajes por trabajo), sonrientes y sudados, turnándonos para estar en Periférica, intercomunicados constantemente, cubriéndonos entre todos, reportándonos para ver si había que ir a buscar el parlante, desesperados porque a último momento parecía que no teníamos micrófono, y la gente que no mandaba los textos, y el supermercado para comprar el trago tamarisco que en vez de verde resultó rojo pero que de todas formas fue un éxito, y el proyector, el bendito proyector que no llegaba y, y, y...pero al fin, siete y media de la tarde, bruzzone y gorodischer llegando con los últimos elementos necesarios, vanoli y budassi recibiendo a la gente, la terraza estaba a punto para poder comenzar.
El clima, dicen, fue distendido. Todos, dicen, se fueron contentos. Y nosotros, decimos, nos quedamos conformes porque no faltó nadie: Molina (Entropía) con su niño, Levin con sus malos augurios, Romero (Gárgola) con su simpatía, Oliva (La creciente) con su suavidad, Kogan (El interpretador) con su buena predisposición, Rombolá (Los asesinos tímidos) con su seductora timidez, Gómez y Linne con el aguante de siempre, Erlan con sus groupies, Moret con su determinación, Leonel y sus explicaciones, Mavrakis y sus textos noventosos, un sello personal, Urman y su talentosa gravedad, Funes y su impecable, impecable, actuación. Los tragos nos entonaron, las lecturas fueron buenas, los panes se disfrutaron como en ceremonia pagana, la gente se conoció, se reencontró, se leyó, se escuchó, se rió y se aplaudió. Así que esta pincelada de inocencia, de beatitud, de bondad. Todo color de rosa, todo amor y felicidad, todo augura un futuro brillante gracias al encuentro tamarisco que más allá de las maldiciones de Levín, que auguraba lluvia, truenos e incluso la muerte de algún asistente bajo la pantalla; resultó salir más pero más que bien.
El clima, dicen, fue distendido. Todos, dicen, se fueron contentos. Y nosotros, decimos, nos quedamos conformes porque no faltó nadie: Molina (Entropía) con su niño, Levin con sus malos augurios, Romero (Gárgola) con su simpatía, Oliva (La creciente) con su suavidad, Kogan (El interpretador) con su buena predisposición, Rombolá (Los asesinos tímidos) con su seductora timidez, Gómez y Linne con el aguante de siempre, Erlan con sus groupies, Moret con su determinación, Leonel y sus explicaciones, Mavrakis y sus textos noventosos, un sello personal, Urman y su talentosa gravedad, Funes y su impecable, impecable, actuación. Los tragos nos entonaron, las lecturas fueron buenas, los panes se disfrutaron como en ceremonia pagana, la gente se conoció, se reencontró, se leyó, se escuchó, se rió y se aplaudió. Así que esta pincelada de inocencia, de beatitud, de bondad. Todo color de rosa, todo amor y felicidad, todo augura un futuro brillante gracias al encuentro tamarisco que más allá de las maldiciones de Levín, que auguraba lluvia, truenos e incluso la muerte de algún asistente bajo la pantalla; resultó salir más pero más que bien.
13 comentarios:
Escena de llegada al encuentro Tamarisco de Verano: Vanoli me saluda y lo primero que dice es "¿Querés un trago?".
Escena de salida del encuentro Tamarisco de Verano: tomando el último trago de fernet (preparado por Vanoli) en la escalera.
Vanoli, barman en penumbras, me predispuso bien para las maravillosas lecturas del viernes a la noche. El resto de los Tamariscos estuvo impecable, subiendo y bajando escaleras, obrereando con las letras, muy bien.
Me fui a dormir a las 4 y media de la madrugada porque estaba empachado de alegría.
Abrazos para uds. y esperamos las lecturas de otoño.
Un absoluto placer haber contado con su presencia. El sur también existe!
Linne es el Woody Allen porteño como dice jaramillo más abajo?
al Diablo hay que jugarle con la psicología inversa.
fui todo buenas intenciones.
(y sí, estuvo todo muy rico. una leve sensación de maratón inmovil, que vendría a ser el deporte del intelectual en verano)
Salud.
la verdá
la verdá
se pasaron!
Levin: ¿sugiere que nosotros somos el diablo? No terminamos de entender...de todas formas, claro está, se le agradece la presencia, la buena voluntad, intuimos que algo se esconde tras esa coraza... Con respecto a usted, Funes, no tenemos más que felicitaciones, abrazos y gratitud.
Larga vida y salute!
estuvo muy bien, muy lindo el lugar, buenas las lecturas, extenso y distendido (lo cual es más que un mérito).
linne tiene algo de woody allen, sí.
Diálogo registrado durante la performance de Funes el Grosso:
- ¿Che cande quién es este tipo?
- No se, militar parece... un militar
- ...
- ¿pero que dice?
- los está cagado a pedos
- ...
- es el pariente de la rubia
- que desubicado
- uy boluda, igual apurate y apagá el porro en la maceta
Gracias por las flores Kogan.Siempre hacen bien, el sano efecto de gopecito alentador en la espalda. Coincido con lo de Linne.
Hermes: genial anécdota!!!
Che, ¿nadie va a decir lo feo que es Mavrakis?
Mavrakis es un Adonis.
Desde luego.
adelita: y si te fueras con otro en un buque de guerra, en un tren militar?
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