martes

Los restos del conflicto

Dejar el tiempo de conflicto, dejar de escribir notas del tipo

1. Adentro del subte parece de noche. Voy al trabajo pero estamos de paro, es mediodía; ríos grises, mugrientos charcos pobres sobre el andén. El paro arraigado en la infancia, mi maestra hacía huelga y la huelga la alegría del feriado extra, poder dormir un poco más. ¿Qué hacía la señorita cuando yo dormía? Faltan más de cinco estaciones, me dan un pequeño globo terráqueo, lo sostengo en una mano, es un sacapuntas, el objeto más preciado del aula junto al papel glace. Digo no gracias pero el vendedor me lo da igual. “El paro es un sacrificio que hacemos los trabadores”. Lo siento yo pero escucho la frase entre comillas.

2. Hay palabras que no pueden dejar de decirse en Asamblea de trabajadores. Lucha, compañeros, compañeras, interna, delegado, aumento, chauchas, no es un tema menor, patronal, medida de fuerza, aprietes, ánimo colectivo, moción, votación, estrategia, huelga, rompehuelgas, carnero, unidad, fuerza, división, no dividirse, sumar. Todo con un toque de cinismo. O con verdadera bronca, más allá de connotaciones setentistas que, aquí, no vienen al caso. Hay palabras peores que conviene no repetir.

Ahora

de vuelta, una redacción que muestra los restos del conflicto; algunos papelitos en losrincones del escritorio, alguna puerta floja de los estantes de chapa que fue usado como percusión de protesta, viejos afiches pegados, entre los libros del escritorio actas firmadas en el ministerio, y en medio de todo los libros que leo y los que tengo que leer o los que leí, para estas notas y... cosas así, en donde el"colectivo" no se pierde; sólo se prepara para la próxima ocasión...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

este post está muy bien. que vengan más.

Anónimo dijo...

Si, mas detalles!

sergiucedo dijo...

Termino creyendo que los restos son más tristes que el conflicto.
Yo no paré y mis razones fueron:
1) estuve en el diario del 98 y finalmente me fui con la indemnización, por lo que creo no ético parar cuando ya me llevé bastante plata.
2)yo sabía adonde volvía.
3) siempre estuve de acuerdo con las razones pero no con el método. Esos 40 días hicieron de nuestro diario una porquería, y eso, va en desmedro nuestro.
Por lo tanto, cosecho algunas caras largas por no andar ventilando mis razones a los cuatro vientos.
Besos!

Anónimo dijo...

Me parece muy triste la razón 2

Anónimo dijo...

a la 1 y la 2. Ah, y la 3 también.

Anónimo dijo...

Si bien se sabe que no comparto el punto de vista de Sergio me parece más que digno que comparta y fundamente su posicion; algo que hace, además, con nombre y apellido. Me merece más respeto que los anónimos silenciosos que no dan la cara.