El equipo crítico del blog Golosina Caníbal nos honra con una lectura de Varadero y Habana Maravillosa del complejo Hernán Vanoli; aquí se habla de detalles que no clausuran, segregación social, anacronía, todos aciertos que iluminan el texto de la reseña y el texto de Tamarisco.
"En Varadero y Habana maravillosa de Hernán Vanoli (Tamarisco, 2010), el tiempo ha pasado, lo notamos por ciertos detalles que no cierran: ciertas alusiones a enfermedades, a ciudades devastadas, a desastres ecológicos, a conflictos político-sociales que no recordamos pero que se parecen demasiado a pequeños acontecimientos de nuestra abigarrada realidad. En estos relatos, el tiempo ha avanzado, no demasiado, pero ha avanzado: lo leemos en la creciente segregación social, la enfermedad epidémica y la represión voraz en “Funeral gitano”; en los controles médicos del aeropuerto y las características anacrónicas (la “comida natural”, el sexo por “frotamiento”) de las tierras cubanas en “Varadero y Habana maravillosa”; en el contrabando biológico de “Eugenia volvió a casa”; y en el mundo devastado de “Castores”. Y lo que más nos desconcierta de este futuro cercanísimo es el presente narrativo denso en la mayoría de los relatos (un presente que puede volverse exasperante por la monotonía en la que nos sumerge, un presente apegado a la narración minuciosa de las acciones, las conversaciones, los pensamientos…) y, en contraste, la poca información sobre estos elementos extrañísimos (pero, claro, los personajes no necesitan explicar esos elementos, ellos conviven con tales condiciones, saben manejarlas o las soportan, y si eligen contar una historia, será por otras razones).
En Varadero y Habana maravillosa de Vanoli, además, hay viajes:"
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