Estoy seguro de que el libro de Félix va a molestar a unos cuantos y a cambiar ciertas maneras de leer mucho de lo que se escribió "sobre el golpe" que nosotros, demócratas culpógenos y sobreescolarizados, tuvimos que soportar durante varios años. Hay que tener en cuenta que recién atravesamos el primer círculo de reseñistas cultos, o mejor digamos de lectores (casi) profesionales y no militantes en un sentido tradicional. Para mí, ya que seguimos en el boludeo literario, 76 fuerza los límites del realismo sedante, y en ese sentido tiene algo de kinder con gillette, de peluchito que muerde. Esa es una de las muchas razones por las que me atrae.
Dentro de un par de años, cuando algún pibe en tren de resolver una monografía se ponga a buscar los primeros hitos de la recepción de 76, tal vez este pequeño blog haya servido para algo. Tras la lectura del Gordo Gostanián, ahora es el turno de Patricio Erb:
En "Unimog", el personaje del cuento confirma lo que sospechábamos, el autor se propone a realizar un revisionismo de los setenta, aunque con un abordaje novedoso en la literatura argentina: la cotidianeidad, la vida de hijos de desaparecidos que están por fuera de la lógica política, que chocan de frente con el absurdo de Camus.
La reseña completa acá.
Tamarisco. Trabajamos gratis, nos quejamos igual.
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