sábado

Volviendo a las fuentes

En el último número de la revista Prometheus, nos sorprendió una grata reseña de Toronto No, de Leonel Livchits. Dice Lucía Etchecopare de nuestro debutante de luxe:

"Una rareza llena de heterodoxias, no apta para objetivistas de la vieja escuela. Bucay y Osho tropezándose entre sí, palabras cruzadas con definiciones extremistas, un editor explicando a su colaborador por qué no va a existir jamás la Escuela de Toronto, y otras historias pequeñas condensadas en unas pocas páginas. Con una escritura prolija y arriesgada, Leonel Livchits se encarga de enfrentar las múltiples realidades de la sacra literatura con un humor realmente serio."


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias! Saludos a la pandilla.

Anónimo dijo...

yo no sé ahora, pero en mis épocas tropesar se escribia con ZETA, como en la farolera tropezó, y en la calle se cayó, etc.

Anónimo dijo...

María, maría es un sol...

Anónimo dijo...

pura envidia por leonel...